viernes, 9 de octubre de 2015

¿Las televisiones nos engañan como Volkswagen?


Ahora las televisiones nos engañan como Volkswagen? Conspiparanoia o realidad?

     Pocos días después de saltar a la palestra el escándalo de Volkswagen varios blogs, periódicos más o menos serios e incluso la OCU han estado hablando sobre la posibilidad de engaños de ciertas marcas de televisión a los tests de energía para conseguir una clasificación energética superior.

     El caso es que ese aparato se testea antes de salir al mercado en un entorno en concreto y debe pasar una serie de certificaciones que posteriormente le otorga una clasificación energética X.

     Se está acusando a algunos fabricantes de TV de falsear los consumos a la hora de realizar ese testeo disminuyendo el brillo de la pantalla y obteniendo así una clasificación energética superior a la real. Es cierto eso?.

     Pues no y sí. Las televisiones más o menos modernas tienen un modo ECO. Este modo lo que hace es disminuir o aumentar el brillo de la pantalla en base a la luz ambiental o en base a lo que están mostrando en pantalla.

     Algunas marcas llevan de serie conectado el modo ECO con lo cual las mediciones se realizan en base a ese modo obteniendo así una eficiencia energética máxima. Y así lo suelen hacer constar en sus manuales, que en el modo ECO consume X y en cualquier otra configuración Y.

     En cuanto las colocamos en casa tocamos la configuración a nuestro gusto convirtiendo nuestra flamante tele de bajo consumo en una tele menos eficiente.

     Las condiciones de laboratorio (entorno controlado y manejado por expertos) no es lo mismo a un entorno real manejado por usuarios. Las certificaciones tendrían que realizarse en las mismas condiciones que se van a utilizar los aparatos. Así serían más reales.

     Por tanto sí. La tele gasta más de lo que dice la etiqueta en un uso del diario. Pero no. No nos han engañado porque somos nosotros quien la configuramos para que se vea mejor y claro gasta más.

     Al igual que la duración de la batería del smartphone cuando ponemos el brillo a tope o tenemos activado el GPS, el Wifi y los datos 4G en medio de una zona rural en la que apenas llega cobertura!!!

     Las certificaciones tanto de gases, como de eficiencia energética como de pruebas de esfuerzo de materiales, como de rendimiento tienen que ser en condiciones reales. No es lo mismo, ni de lejos, ese brazo robótico que tan delicadamente abre y cierra las puertas de cocina en el IKEA que un niño o nosotros mismos cuando estamos con prisas y damos un portazo.

     Incluso algunos smartphones han tenido sus más y sus menos cuando les hacen las pruebas de rendimiento, los populares Benchmarks, en los que analizan la potencia bruta del dispositivo dan casi todos unos valores estratosféricos aunque después la experiencia de usuario deja bastante que desear.

     Condiciones reales, pruebas más estrictas y al que haga trampas pues que pague y no solo con dinero. Que eso es siempre negociable.


Nos vemos en las redes.

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