Cuando empezamos a buscar un disco duro externo o queremos comprar un pendrive a veces nos preguntamos ¿porque este de ocho gigas cuesta lo mismo que este otro de el doble de capacidad? ¿ Por qué estos si son iguales de capacidad uno vale casi el doble que este otro?
Como todo en esta vida hay varios factores que incrementan el precio de los productos.
Un factor importante es la marca y la calidad de construcción. Es obvio que cuando tu cadena de montaje y calidad de materiales es de primer orden, tus costes de producción aumentan, con lo cual es normal que sea más caro el producto terminado pero ¿realmente el consumidor solo paga calidad? Rotundamente no. También paga la marca. Hay marcas mucho más caras que otras al mismo nivel de calidad (o similar).
De todas formas el factor más importante en el precio de un pendrive o un disco duro externo es: la velocidad. Lo habéis visto mil veces, un pendrive de 16 GB USB 2.0 a un precio y otro de la misma capacidad pero USB 3.0 a un precio muy superior.
Pero que es eso de 2.0 ó 3.0?
El USB 2.0 es un formato de transmisión que alcanza unas tasas de transferencia de 480 Mbit/s una transferencia que no es moco de pavo y que es muy rápida. O mejor dicho lo era en su momento.
El USB 3.0 alcanza tasas de transferencia de hasta 5 Gbit/s una cifra mareante pero necesaria con las necesidades de hoy en día.
La evolución de la imágen y sonido, con el Full HD y el 4K, los sonidos envolventes y las cámaras de foto más evolucionadas. Han hecho que cada vez se transfieran archivos más grandes.
Una película en calidad SD, la de toda la vida viene ocupando 1,1 GB en una buena calidad, pero las películas grabadas en Full HD se te pueden ir a unos 12 GB. Por ese motivo que a veces al intentar reproducir según que películas desde un disco duro hasta la televisión aparecen parones, cortes, pixelados y demás. No es capaz de pasar tantos datos a la vez.
Ahora nos hablan del nuevo USB type-C, lo dejamos para otro día vale?
Nos vemos en las redes
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